La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
Hace poco estaba hablando con el director de un colegio privado y yo le estaba planteando algunas ideas acerca de un asunto académico basado en las experiencias que tuve como joven en varias escuelas en los Estados Unidos. El me comentó, que no había que darle la vuelta que hay una diferencia bien grande entre lo que se puede hacer en un país avanzado como los Estados Unidos y un país como Puerto Rico, el cual esta persona consideraba ser un país tercermundista. Eso me estuvo curioso, porque yo pienso que la calidad de la educación en los Estados Unidos no es un resultado de su estatus como un país desarrollado, sino, más bien la causa de este estatus. La educación es el ingrediente esencial para transformarnos en un país avanzado. Si nos dedicamos a ser el país más educado del mundo, también pasaremos a ser unos de los países más prósperos del mundo.
Sin embargo, no podremos alcanzar esta meta simplemente gastando más dinero en el presente sistema obsoleto. Eso es como continuar dándole transfusiones de sangre a un paciente que se está muriendo de cáncer. En vez, proponemos la privatización gradual del sistema educativo de Puerto Rico. Al principio se continuará el sistema de escuelas públicas con algunos cambios. Estos cambios los describiremos más adelante. Sin embargo, la otra rama de la reforma es comenzar a fortalecer el sistema de educación privado. Esto se haría mediante un sistema de vales escolares. Estos vales consisten de una cantidad de dinero que el gobierno le dará a las escuelas privadas por cada estudiante.
Estos vales tienen dos partes. Una parte es una suma de $500 que se le dará a cada escuela cada semestre por cada estudiante que tenga matriculado al principio del semestre. La segunda parte del vale es un subsidio parcial de la matricula y la mensualidad. Cada escuela recibirá una cantidad equivalente al 50% de la matricula y mensualidad hasta un máximo de $500 por semestre por estudiante. Bajo este sistema el gobierno invertiría hasta $2000 anuales por cada estudiante de escuela privada. Esto representa un ahorro de $4000 por cada estudiante que se traslade de una escuela pública a una privada. Este dinero ahorrado se podría usar para apoyar investigación científica al nivel universitario.
Un ejemplo de cómo podría desembolsarse el dinero es la siguiente. El 15 de Agosto de cada año se le desembolsará a cada escuela privada una suma que equivale a$500 dólares por cada estudiante. Tres meses después se le dará a la escuela una cantidad equivalente al 50% de lo que se espera recolectar en matriculas y mensualidades hasta el final de diciembre hasta un máximo de $500 por estudiante. El próximo 15 de enero se le dará otros $500 a la escuela por cada estudiante matriculado y el 15 de julio se le dará otro derrame equivalente al %50 de la mensualidad y matricula colectada desde enero 1 hasta el 1 de julio hasta un máximo de $1000 para los dos semestres. Si hay una discrepancia entre el estimado del primer semestre y lo que realmente se colectare se hará un ajuste en este pago.
La diferencia principal entre las escuelas privadas y las públicas es que los padres que ponen a sus hijos en las escuelas privadas están dispuestos a aportar para la educación de sus hijos. Han hecho una inversión en esta educación, y esto les da más derechos y más control. Por lo tanto, este sistema fomenta esta inversión por los padres. Aunque se le dará a la escuela $1000 por cada estudiante que se matricule por el año, hay otros $1000 que están disponible solo si los padres pagan un total de $2000 anuales por el estudiante (sumando matricula y mensualidad). Esto es un incentivo para que la escuela cobre una matrícula y mensualidad módica para recibir estas otras ayudas.
Muchas de las escuelas privadas en Puerto Rico operan con un presupuesto de $4000 anuales por estudiante. Este sistema permitiría que la misma educación privada que hoy cuesta un promedio de $400 mensuales (contando mensualidad y matricula), se pueda conseguir por la mitad, un promedio de $200 mensuales (por ejemplo una mensualidad de $150 por 10 meses y una matrícula de $500). Esto le daría acceso a una buena educación a un mayor número de niños. Las escuelas de aquellos padres que quieran seguir pagando $4000 anuales tendrán más recursos para planta física, laboratorios, computadores y aire acondicionado lo cual aumenta la calidad de la educación.
Para recibir ayudas la escuela deberá recibir una aportación mínima de los padres, por ejemplo, $500 anuales entre matrícula y mensualidad. Tal escuela recibiría $1000 por niño más un subsidio de %50 de lo que aportan los padre, lo cual en este caso equivale a $250. Esto viene siendo un promedio de $175 mensuales por niño. Esto viene siendo un mínimo de lo que debe gastar para producir una educación competitiva. La cantidad que contribuyen los padres podrían incluir becas, pero estas deben venir de fondos externos a la escuela.
Para garantizar que los padres paguen su porción, las matriculas y mensualidades se pagarán a una cuenta de la escuela en un banco comercial, y el banco le dará un reporte al gobierno de las entradas por alumno al gobierno. Todas las escuelas podrán participar de este programa de vales, sean laicas o religiosas, no importa la religión. El único requisito debería ser que los estudiantes de 3ro, 6to, 9no, y 12mo grado deberán tomar un examen administrado por el departamento de educación el cual se le administrará a todos los estudiantes de la isla, incluyendo a los de escuelas públicas y privadas y también a los que se educan en sus casas. Para que una escuela privada sea elegible para fondos del gobierno la puntuación promedia en cada uno de estos grados deberá estar al menos sobre el 10% más bajo de las escuelas en general. O sea, si uno hace una lista de las escuelas por puntuación promedia, si una escuela privada cae en el 10% inferior de la lista, esta no será elegible para fondos públicos. El propósito de este programa es brindar una mejor educación a un menor costo. Uno esperaría que el producto de las escuelas privadas fuese mejor que el de las escuelas públicas.
Aunque idealmente esto se debe implementar al nivel estatal, se le anima a los municipios a implementar un sistema de vales a las escuelas privados, aún si fuese una cantidad más pequeña.
