La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
Primero hay que darle una definición a la palabra 'justicia'. ¿Qué es justicia? Otra palabra que es casi sinónimo con justicia es rectitud. Una línea recta, es una línea cuya forma es igual a la forma que tiene el filo de una regla de medir. Si uno generaliza ese ejemplo uno llega a la conclusión que algo recto es algo que se conforma a una regla, o sea, a una ley. Rectitud es conformidad a la ley. Alguien recto es alguien cuya conducta sigue las normas de un sistema legal. Esta ley puede ser la ley de Dios o la ley del estado, conforme al contexto. Una ley es un principio que asocia ciertos resultados o consecuencias con ciertos tipos de conducta. Si desobediencia a una ley no resulta en consecuencias negativas no es una ley sino solo una sugerencia.
En la ciencia a algunos principios del comportamiento de la naturaleza se les da el nombre de leyes porque siempre, siempre son validos, y siempre producen consecuencias. Por ejemplo, al principio gravitacional se le llama la ley de gravedad. Si uno tira algo para arriba, va a volver a bajar. Si uno suelta algo en el aire se va a caer. Si uno tira un techo de hormigón que pesa mucho, sobre columnas que no están diseñadas para sostener esa carga la construcción se va a derrumbar. La ley de gravedad siempre opera y si uno no toma en cuenta esa ley en sus acciones uno va a recibir consecuencias indeseables.
En el ámbito moral y social también existen leyes naturales. Si alguien mata a una persona inocente, eso destruye a una familia, no importa si la víctima es un hijo, una hija, un esposo, una madre. Esa familia sufre una perdida. Parte de ese sufrimiento se queda con ellos toda su vida. Los hijos quizás se crían en pobreza, y esa necesidad los lleva a otras acciones con consecuencias negativas. La sociedad también pierde una persona que pudiera haber contribuido a su bienestar. Esa violencia afecta el comportamiento de la sociedad en general. Algunos se mudarán a lugares menos violentos, sean suburbios u otros estados o países. Las consecuencias de esa malvada acción se riegan por la sociedad y dejan una huella de contaminación que nunca desaparece. Parte de esta huella es un temor que muchas veces limita el pleno desarrollo de los individuos que componen la sociedad. Quizás una persona quisiera montar un negocio, pero por miedo mejor se queda en un empleo que produce menos.
Existen maneras de hacer que esas consecuencias negativas reviertan al individuo que cometió la acción y de esa forma limpiar a la sociedad y aproximar lo más posible el estado que existía antes del crimen. Estas acciones que limpian a la sociedad son también leyes, porque la aplicación consistente de tales acciones siempre tiende a minimizar las consecuencias negativas de las acciones malas. Estas leyes son las leyes penales o las leyes civiles de la sociedad. El propósito de estas leyes es rectificar la acción mala. O sea, trata de volver a crear en la sociedad un estado recto o derecho.
Todas las acciones tienen consecuencias. Algunos actos aumentan la prosperidad individual y colectiva, y otros la disminuyen. Un sistema legal justo tiene dos componentes. Primeramente distingue correctamente entre las acciones que tienen consecuencias positivas y aquellas que tienen consecuencias negativas. Segundamente tiene que tener un sistema de penalidades que es lo más eficiente posible en minimizar que se rieguen a través de la sociedad las consecuencias nefastas de acciones malvadas.
La parte más difícil en establecer un sistema justo se haya en poder distinguir correctamente entre las acciones con consecuencias positivas y aquellas con consecuencias negativas. Por ejemplo, el divorcio ¿es algo bueno o malo? ¿Es algo que la sociedad debe permitir o es algo que debe prohibir? El efecto de un divorcio sobre los niños del matrimonio es casi siempre negativo. Sin embargo, obligar a una mujer a vivir con un hombre infiel es emocionalmente abusivo. Así que, en algunos casos, el divorcio puede ser algo bueno para por lo menos uno de los miembros de la pareja. Un legislador diestro puede acercarse a definir donde está el balance que toma en cuenta las necesidades de los niños y de los conjugues para así maximiza el bienestar total de todas las partes envueltas.
La legislación no debe verse como un proceso creativo, sino, más bien como un proceso de descubrimiento. La meta es poder identificar en que categoría caen distintas acciones, si buenas o si malas y, además, descubrir cuál es la penalidad correcta para las acciones malas. Hay muchas leyes que tienen que ver con cosas que quizás no son intrínsecamente malas pero que en general crean un riesgo tan alto para la estructura de la sociedad que es mejor restringir esas acciones. A medida que la estructura de la sociedad va cambiando es posible que tales leyes tengan que ser modificadas. Por ejemplo, para el año 1950 Puerto Rico era un país agrícola pobre que tenía unos pocos ricos que eran dueños de la gran mayoría de los terrenos y muchos pobres que trabajaban estos terrenos. Sin embargo hoy día Puerto Rico tiene una sociedad donde predomina la clase media y la mayoría de las personas son dueñas de su propia casa.
Para ayudar a distribuir más equitativamente las tierras de Puerto Rico se pasó la ley de las 500 cuerdas en el 1941 bajo el liderato de Luis Muños Marín. Ninguna persona o corporación podía poseer más de 500 cuerdas de terreno. Sin embargo, una ley que limitara la cantidad de terreno que una persona puede poseer sería ventajosa en una sociedad agrícola, pero podría limitar el desarrollo de las grandes industrias que son esenciales para proveer empleo a una clase media y esto podría causar problemas para una sociedad industrializada. Por lo tanto, una ley que beneficiaba una sociedad agrícola podría ser un estorbo en una sociedad industrial, y habría que cambiar la ley.
Sin embargo, aunque los detalles de la ley pueden cambiar, hay unos principios básicos y fundamentales los cuales sostienen a la ley y estos principios fundamentales son universales y permanentes. Como cristianos es menester buscar estos principios universales en la revelación divina que se encuentra en la Biblia. La Biblia reclama ser la palabra de aquel que nos creo. El Creador sabe cómo funciona su criatura y reveló donde debe caer el balance de estas leyes. A medida que las leyes se conforman a ese patrón revelado, las leyes del estado se podrán considerar leyes justas. Cuando las leyes se apartan de ese patrón revelado, vienen a ser inconsistentes y esa inconsistencia permite que ocurra injusticia.