La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
El Antiguo Testamento contiene un gran número de leyes, ordenanzas, estatutos y principios cuyo propósito es guiar al que busca la justicia del reino de Dios. La Biblia ofrece grandes promesas a la sociedad que basa sus leyes sobre sus principios. Moisés en un discurso gravado en al libro de Deuteronomio dijo:
Mirad, yo os he enseñado estatutos y derechos, como Jehová mi Dios me mandó, para que hagáis así en medio de la tierra en la cual entráis para poseerla. Guardadlos, pues, y ponedlos por obra: porque esta es vuestra sabiduría y vuestra inteligencia en ojos de los pueblos, los cuales oirán todos estos estatutos, y dirán: Ciertamente pueblo sabio y entendido, gente grande es ésta. Porque ¿qué gente grande hay que tenga los dioses cercanos á sí, como lo está Jehová nuestro Dios en todo cuanto le pedimos? Y ¿qué gente grande hay que tenga estatutos y derechos justos, como es toda esta ley que yo pongo hoy delante de vosotros? Por tanto, guárdate, y guarda tu alma con diligencia, que no te olvides de las cosas que tus ojos han visto, ni se aparten de tu corazón todos los días de tu vida: y enseñarlas has á tus hijos, y á los hijos de tus hijos; (Deuteronomio 4:5-9)
Dios, a través de Moisés declara que la grandeza de un pueblo está en tener un sistema de leyes justas. Leyes justas son leyes que se conforman a los principios universales de la justicia según se encuentran revelados en la Biblia. La palabra hebrea que se traduce como la palabra sabiduría en este pasaje es una palabra que también se usa para habilidad o destreza técnica. Este pasaje implica que la tecnología más importante que un pueblo puede adquirir es la técnica de actuar en una forma justa. El gobierno es como una gran maquinaria social cuya tarea es repartir justicia en la forma más precisa posible. De la misma forma que la tecnología de la aviación permite que una persona pueda volar de San Juan a Aguadilla en 20 minutos cuando antes en una carreta de bueyes tomaba varios días, de esa misma forma, un gobierno bien diseñado para impartir justicia puede ser un imán de prosperidad a cualquier pueblo que lo implemente. Puerto Rico necesita un gobierno de alta tecnología judicial, y para eso hay que basarlo en los principios universales de justicia que se encuentran en la Biblia.
Más adelante Moisés declara otras bendiciones que resultan por cumplir con las leyes que Dios le reveló. Moisés dice:
Para que así no haya en ti mendigo; porque Jehová te bendecirá con abundancia en la tierra que Jehová tu Dios te da por heredad para que la poseas, Si empero escuchares fielmente la voz de Jehová tu Dios, para guardar y cumplir todos estos mandamientos que yo te intimo hoy. Ya que Jehová tu Dios te habrá bendecido, como te ha dicho, prestarás entonces á muchas gentes, mas tú no tomarás prestado; y enseñorearte has de muchas gentes, pero de ti no se enseñorearán. (Deuteronomio
15:4-6)
Aunque esta promesa se dio a un pueblo en específico, a la nación de Israel, las promesas aplican a todo país que reúna las condiciones de obediencia a los mandamientos de Dios. Pablo dice
Porque no los oidores de la ley son justos para con Dios, mas los hacedores de la ley serán justificados. Porque los Gentiles que no tienen ley, naturalmente haciendo lo que es de la ley, los tales, aunque no tengan ley, ellos son ley á sí mismos: Mostrando la obra de la ley escrita en sus corazones, dando testimonio juntamente sus conciencias, y acusándose y también excusándose sus pensamientos unos con otros; (Romanos
2:13-15)
Porque la circuncisión en verdad aprovecha, si guardares la ley; mas si eres rebelde á la ley, tu circuncisión es hecha incircuncisión. De manera que, si el incircunciso guardare las justicias de la ley, ¿no será tenida su incircuncisión por circuncisión? Y lo que de su natural es incircunciso, guardando perfectamente la ley, te juzgará á ti, que con la letra y con la circuncisión eres rebelde á la ley. Porque no es Judío el que lo es en manifiesto; ni la circuncisión es la que es en manifiesto en la carne: Mas es Judío el que lo es en lo interior; y la circuncisión es la del corazón, en espíritu, no en letra; la alabanza del cual no es de los hombres, sino de Dios. (Romanos 2:25-29)
En estos versículos Pablo demuestra que la bendición viene por obediencia no por herencia. Por lo tanto, Dios le promete a todos los países justos prosperidad de manera que no habrán mendigos. O sea, la pobreza extrema será eliminada. También le promete preeminencia financiera, política y militar. Esta autoridad no era para destruir a sus enemigos, si no para entrar en relaciones justas y mutuamente beneficiosas con los países circundantes más débiles. Este era el tipo de relación que Salomón tenía con el rey de Tiro, por ejemplo (ver II Crónicas 2). Fíjense que la promesa se le hace en una forma directa a la nación de Israel, un país que en su población y extensión territorial es comparable en tamaño a Puerto Rico.
Ahora mismo Puerto Rico es una colonia, un país gobernado por otro país. Dependemos financieramente del sustento y apoyo de ese mismo país. Sin embargo, la Biblia nos da la clave para hacernos la potencia financiera y política del Caribe y quién sabe si del mundo. Esta promesa se basa solamente en la obediencia. Si obedecemos las leyes de Jehová seremos prósperos. Si de verdad somos cristianos, debemos creer en las promesas que Dios nos da en su palabra, la Biblia, y debemos obedecer los requisitos que nos traerán prosperidad. Dios nos da un reto que hagamos un gran experimento. Si organizamos nuestra sociedad según los principios de las leyes de la Biblia seremos prósperos, si nos vamos en contra de estos principios estaremos condenados al fracaso. Hasta ahora no hemos seguido los principios de la Biblia y las cosas no nos van muy bien. Esto confirma lo que dice la Biblia. Probemos ahora seguir estos principios Bíblicos a ver si las cosas se mejoran. De esta forma comprobaremos si la Biblia es o no es la palabra de Dios.
