La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
Ambos el octavo y el noveno mandamiento describen extensiones de la naturaleza de la persona. El octavo mandamiento tiene que ver con la propiedad privada y el noveno mandamiento tiene que ver con la reputación. Ambos son maneras en que podemos proyectar nuestro poder interno. Usamos la propiedad y la reputación para influenciar y cambiar el mundo que nos rodea. Usamos la propiedad para cambiar el mundo físico, y usamos nuestra reputación para cambiar el mundo social que nos rodea. También podemos decir que la propiedad o las riquezas son el resultado del poder que tiene el individuo para cambiar el mundo físico mientras que la reputación es el resultado del poder del individuo para cambiar las mentes de aquellos que lo rodean. Este poder se puede usar para el bien y para
el mal, y las leyes tienen que mantener un balance donde se fomenta el efecto positivo y se evitan los efectos negativos.
El octavo mandamiento dice "no hurtarás" (Éxodo 20:15). Como una criatura sentiente (o sea, que tiene la habilidad de sentir, percibir y estar consciente de sí mismo, ["sentient" en inglés]), el hombre tiene la habilidad de usar su labor y sus poderes creativos para convertir materia prima en productos útiles. Esta creatividad fluye de lo más interno de su naturaleza. Cuando una persona ejecuta una labor creativa, esta sale de lo mas intimo de su alma y representa una expresión intima de lo mas interior de su ser. Los productos de la labor personal son un producto de la vida de la persona y una extensión de su ser creativo. Por lo tanto este mandamiento está relacionado al sexto mandamiento que tiene que ver con la vida. Casi todos los animales tienen un instinto por poseer las cosas que protegen su vida. Muchos animales, como, por ejemplo, los gatos, marcan y defienden un territorio que consideran ser suyo. Otros animales crean nidos, cuevas, y panales donde muchas veces acumulan comida los cuales están dispuestos a defender hasta la muerte.
La sociedad debe maximizar el derecho del individuo a hacer lo que este desee con los productos de su creatividad. El fundamento para una economía exitosa es la protección del derecho del individuo a controlar esta extensión de su ser. Es la responsabilidad del gobierno de asegurar que las personas pueden usar e intercambiar el producto de su labor lo más libremente posible. Esto se hace por medio de leyes que protegen el derecho a la propiedad privada incluyendo propiedad intelectual. Tienen que haber leyes que crean un mercado libre (leyes contra el monopolio), que crean un medio de intercambio estable (eso es una política monetaria sana), e impuestos bajos (impuestos impositivos altos simplemente vienen a ser hurto legalizado).
El noveno mandamiento dice "No hablarás contra tu prójimo falso testimonio." (Éxodo 20:16). Este mandamiento tiene que ver con la honestidad y la reputación. La reputación de una persona es una extensión de su ser social. Es el resultado del poder del ser humano para influenciar las mentes de las personas que nos rodean. Esta reputación casi siempre tiene un aspecto positivo y un aspecto
negativo. El hecho de que esta reputación sea extremadamente importante se evidencia por la gran cantidad de dinero que los negocios gastan en anuncios y publicidad. La sociedad tiene que establecer leyes que protejan la reputación de las personas y que garanticen un alto nivel de veracidad en los medios publicitarios. Para mantener estos niveles de veracidad es necesario tener leyes que regulen el licenciamiento y que requieran descripciones verídicas del contenido y eficacia de productos (como en comidas y en medicamentos). Por ejemplo, si una persona reclama ser un profesional, como, por ejemplo, un médico, un abogado o un arquitecto, eso debe significar que la persona ha cumplido con ciertos requisitos de entrenamiento y experiencia que le permitan ejercer su profesión de una manera competente. Las profesiones licenciadas envuelven trabajos donde la comisión de un error puede resultar en daños irreparables a la salud o al bienestar económico del cliente. También son profesiones donde el cliente no tiene una manera eficiente de determinar la competencia del profesional.
Es posible que una persona adquiera una reputación negativa. Tienen que haber leyes que protejan a las personas de falsas acusaciones. Esto incluye leyes que definen perjurio y difamación. La importancia de este tipo de protección se ve en el hecho que una falsa acusación pudiera resultar en una convicción errónea por algo como asesinato y pudiera resultar en ser sujeto a la pena de muerte injustamente. Es especialmente importante que aquellos que tienen la responsabilidad de colectar evidencia para casos criminales no puedan usar esta autoridad para acusar falsamente a aquellos que le caen mal, como ha pasado en algunos casos de corrupción policiaca en Puerto Rico.
El sistema político se basa en la reputación en la misma forma que el sistema económico se basa en el dinero y la propiedad privada. En los sistemas democráticos los gobernantes se eligen por medio del voto. El voto representa un pedacito de reputación de la misma forma que el dinero representa un pedacito de propiedad privada. Es importante que el voto no se robe, de la misma forma que es importante que el dinero no se hurte. También es importante que los que han recibido el voto lo usen para cumplir sus promesas, no para lucrarse. Por lo tanto es importante que exista una prensa libre
que pueda reportar en una forma abierta y honesta las acciones de nuestros líderes.
