La Visión Jibaricua
Por Raúl E. López Vergé
Un Plan Biblico Para el Desarrollo de Puerto Rico
"Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma." -- 2 Tes. 3:10
Uno podría justificar este estilo de vida de un viejito que dejo la espalda en los campos de caña después de cortar caña toda la vida para beneficio de las compañías multinacionales. Sin embargo, si se trata de alguien joven que puede trabajar, especialmente si está mintiendo para recibir ayudas del gobierno, esa persona está pecando. El apóstol Pablo claramente dice en la Biblia: "Porque también cuando estábamos con vosotros, os ordenábamos esto: Si alguno no quiere trabajar, tampoco coma. Porque oímos que algunos de entre vosotros andan desordenadamente, no trabajando en nada, sino entremetiéndose en lo ajeno. A los tales mandamos y exhortamos por nuestro Señor Jesucristo, que trabajando sosegadamente, coman su propio pan." (II Tesalonicenses 3:10-12). Para poner esto en arroz y habichuelas, el Apóstol Pablo dice "el que no quiere trabajar, que tampoco coma." El que no trabaja y come, esta pecando, y el que ayuda a sostenerlo con sus impuestos y no protesta, es cómplice de ese pecado.
Esto no quiere decir que el cristiano no puede recibir ayudas del gobierno, esto quiere decir que no debe vivir de estas ayudas si tiene la capacidad de trabajar y no lo hace. En otro sitio el Apóstol Pablo dice: "Y si alguno no tiene cuidado de los suyos, y mayormente de los de su casa, la fe negó, y es peor que un infiel." (I Timoteo 5:8). Yo he conocido a quizás tres individuos que trabajaban más de cuarenta horas a la semana en ministerios Cristianos que le pagan muy poco. Estos tres individuos vivían en los residenciales y vivían de ayudas del gobierno. Aunque no es algo que yo personalmente haría, estas personas si trabajaban, y trabajaban mucho. Ellos simplemente habían encontrado una forma de hacer que el gobierno ayudara a sostener sus ministerios usando las ayudas económicas del gobierno. Sin embargo, con esas pocas excepciones, el hombre que no trabaja o estudia para sostener económicamente a su familia y vive de las ayudas del gobierno no está viviendo según lo que ordena la Biblia.
No hay que darle la vuelta que Puerto Rico es la última gran colonia. Somos una colonia bien mantenida, y somos colonia por voluntad propia, pero como quiera, somos una colonia. Nosotros no nos mandamos a nosotros mismos, ni participamos en las decisiones más importantes, las que se toman a nivel federal. Nosotros mandamos un poquito, pues podemos pasar leyes al nivel estatal, como los otros estados; pero esos otros estados tienen voto a nivel federal. Como quiera, aún ese poquito de autoridad creó un milagro en Puerto Rico. En el 1940 los Americanos llamaban a Puerto Rico el "poor house of the Caribbean" (La casa pobre del Caribe), más pobre que Haití. El ingreso per cápita era $121.12. Aún si eso representara $1000 hoy en día eso es $0.50 por hora. Sin embargo, fuimos de ser unos de los países más pobres de Latino América, a ser el más rico. El Estado Libre Asociado creó un crecimiento espectacular que muchos llamaron un milagro económico, algo que nadie esperaba fuera posible. El programa de industrialización se llamó "manos a la obra," y funcionó porque el Puertorriqueño se esforzó y trabajó.
Sin embargo, ya para los 1970 se comenzaron a sentir los efectos de las regalías que comenzaron bajo la administración del presidente Estadounidense, Johnson en el 1963. Su visión administrativa se llamaba "The Great Society" o sea, "la gran sociedad," y un componente esencial de ese programa legislativo se llamaba "The War on Poverty," o sea "la guerra contra la pobreza." Este programa legislativo en su esencia combatía la pobreza con dinero. Al principio tuvo algunos resultados positivos, sin embargo, con el pasar del tiempo creó en los Estados Unidos y en Puerto Rico una clase pobre que era indolente y dependiente. Esto es porque el Presidente Johnson y su congreso no creían en lo que decía el Apóstol Pablo, que el que no trabaja que tampoco coma.
El economista Norte Americano, Thomas Sowell argumenta que los programas de la Gran Sociedad contribuyeron al colapso de la familia Afro-Americana. El dice "La familia Afro-Americana, que había sobrevivido siglos de esclavitud y discrimen, comenzó a desintegrarse rápidamente en el estado liberal que promovía el mantengo y subsidiaba el embarazo fuera del matrimonio y convirtió las ayudas gubernamentales de ser un rescate de emergencia a un estilo de vida". ("Great Society", traducción del autor, http:// en.wikipedia.org/wiki/Great_Society).
Con todo y eso, los efectos benéficos del programa "manos a la obra" perduraron y aunque el crecimiento económico deceleró comenzando en los 1970s, la economía continuó su crecimiento lento pero seguro sin experimentar una recesión económica por aproximadamente cincuenta años. Sin embargo, en el 2005 comenzó una recesión brutal en la isla, la primera desde que se estableció el Estado Libre Asociado. El país de "manos a la obra" se había convertido en el país de "y no hago mas na."
Nosotros no podemos salir del limbo político en el que nos encontramos a menos que volvamos a los principios de "manos a la obra." El sabio rey Salomón dice que el indolente nunca se enseñoreará. "La mano de los diligentes señoreará; Mas la negligencia será tributaria." (Proverbios 12:24). El ser estado o república significa hacernos señores de nuestro destino. Ninguna de las dos opciones estará a nuestro alcance si no volvemos a convertirnos en una sociedad diligente.
La indolencia y la vagancia son unas de las razones principales para la pobreza, por lo tanto, un pueblo que trabaja es un pueblo que va a ser prospero. Unos de los temas principales del libro de los Proverbios de Salomón es la relación estrecha entre la pereza y la pobreza. En una gran cantidad de casos, el que es pobre, lo es porque es perezoso.
9 Perezoso, ¿hasta cuándo has de dormir? ¿Cuándo te levantarás de tu sueño?
10 Un poco de sueño, un poco de dormitar, Y cruzar por un poco las manos para reposo;
11 Así vendrá tu necesidad como caminante, Y tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 6:9-11)
30 Pasé junto al campo del hombre perezoso, Y junto a la viña del hombre falto de entendimiento;
31 Y he aquí que por toda ella habían crecido los espinos, Ortigas habían ya cubierto su faz, Y su cerca de piedra estaba ya destruida.
32 Miré, y lo puse en mi corazón; Lo vi, y tomé consejo.
33 Un poco de sueño, cabeceando otro poco, Poniendo mano sobre mano otro poco para dormir;
34 Así vendrá como caminante tu necesidad, Y tu pobreza como hombre armado. (Proverbios 24:30-34)
Vemos que la legislación de "la gran sociedad" creo las regalías que fueron instrumentales en atrapar a miembros de nuestra sociedad con tendencias a ser perezosos en un siclo de pobreza y dependencia. Como el problema, en parte, es mala legislación, la solución tiene que ser el quitar esa mala legislación y la implementación de mejor legislación que se alinea con los principios de comportamiento humano delineado en la Biblia.